Una enorme cantidad de comida se desperdicia en países desarrollados en el trayecto entre el campo productor  y nuestra mesa. Si los involucrados en esa cadena de valor atacaran incluso una pequeña porción de ése residuo de alimentos, sería muy importante para alimentar a una de cada ocho personas en el mundo (más de 870 millones de personas) que se acuestan con hambre cada noche ("Cómo su negocio puede atacar los desperdicios de comida" publicación de Huffington Post, disponible en inglés).

Tan sólo en los Estados Unidos, el 16% de la comida y los materiales comprados para la fabricación en bruto se pierden por diferentes razones durante la producción y el procesamiento, de acuerdo con el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). En nuestro artículo: "Four ways to Uncover Hidden Capacity", (disponible en inglés) de la revista Food Manufacturing, brindamos algunos consejos a los fabricantes sobre cómo podrían mejorar los rendimientos y reducir los desperdicios de procesamiento de alimentos a nivel de planta.

Viendo esto de un modo más holístico; integrar el proceso de la granja a nuestra mesa, es una gran oportunidad para alimentar a más personas que padecen hambre en la utilización de la capacidad de gestión de cadena de valor que hemos desarrollado en nuestras organizaciones empresariales para las iniciativas que cruzan funciones para el mayor bien de la empresa. La aplicación exitosa del enfoque de gestión de la cadena de valor y sus habilidades mejorarán el uso de recursos valiosos mediante la optimización de la cadena de valor alimentaria para el bien común de nuestra sociedad.

Las habilidades de cadena de valor desarrolladas a través de la presentación de propuestas de hecho y de la negociación de beneficios para todas las partes interesadas dentro de una empresa se pueden aprovechar en mayor escala en beneficio de nuestra sociedad en su conjunto. Por ejemplo, todos los interesados ​​tendrían que darse cuenta de los beneficios financieros y sociales de la reducción de los residuos de alimentos. Como existe la cadena de valor de alimentos hoy en día, la mayor parte de los agentes implicados (productores y fabricantes) tengan beneficios a partir del tratamiento de residuos de aguas en forma de mayores ventas. Del mismo modo, los interesados-distribuidores intermedios, supermercados y otros minoristas- gocen de los beneficios de los residuos de alimentos en nuestros hogares y restaurantes.

Un creciente deseo de los consumidores para la compra de alimentos de los minoristas que apoyan las prácticas empresariales más sostenibles es conducir algunos minoristas y fabricantes para reducir los residuos en sus cadenas de suministro. Una certificación de terceros, como la certificación del Forest Stewardship Council (FSC) para la gestión responsable de los bosques, también podría mejorar la sensibilización de los consumidores y ayudar a reducir visiblemente los residuos en la cadena de valor de los alimentos, la diferenciación de confianza de una cadena de valor sostenible en el punto de compra.

Los gobiernos estatales, locales y federales también pueden desempeñar un papel en la reducción de los residuos de alimentos a nivel de la cadena de valor, ofreciendo beneficios fiscales y de responsabilidad limitada de alimentos donados a:

  • Los productores que proveen productos que no son vendibles (que están en buenas condiciones) para puntos de venta en un tipo de “outlet” que pueden ser utilizados
  • Los fabricantes que reducen los residuos del proceso a través de inversiones de capital y de formación
  • Supermercados que desarrollan procesos ajustados que reducen los residuos de los productos perecederos y desarrollar mercados para productos invendibles pero utilizables
  • Los fabricantes que estandarizan los formatos de código de vencimiento para la facilidad de uso
  • Establecimientos de servicios de alimentos que ofrecen opciones de tamaño de las porciones para reducir los residuos y desarrollar posibilidades efectivas para el producto invendible.

También podemos ayudarle a manejar su operación en alimentos y bebidas. El desarrollo y promoción de valores y una mentalidad más amplia, podría permitir a los consumidores, fabricantes, productores y funcionarios del gobierno reducir el desperdicio de alimentos y afectar al mundo de una manera positiva hoy y para las generaciones futuras.