#1 Superando la barrera del crecimiento en el sector manufacturero

Probablemente haya notado algo inquietante en la industria manufacturera últimamente: el crecimiento ya no es lo que solía ser. Según el ISM (Instituto de Gestión de la Cadena de Suministro por sus siglas en inglés), el sector manufacturero se ha estancado en los últimos 13 meses, donde el PMI Project Management Institute (Instituto de Gestión de Proyectos) se mantuvo por debajo de 50, lo que indica una contracción en el sector manufacturero. Y por mucho que nos esforcemos, parece que no podemos volver a la senda cuesta arriba, dadas las constantes dificultades económicas y globales que se nos han presentado. Pero hay formas de salir de esta crisis abandonando la mentalidad de “es lo que es” y empezando a abordar las causas subyacentes de este estancamiento y creando una estrategia destinada a reactivar el crecimiento y la competitividad.

¿Qué hay detrás de esta desaceleración y cómo controlarla?

Internamente, muchos fabricantes están estancados en sus costumbres: la falta de innovación conduce a productos y procesos obsoletos que no pueden competir en un mercado en rápida evolución. Las ineficiencias operativas exacerban aún más el problema, con estructuras y políticas organizativas rígidas, junto con la complacencia de los líderes, que obstaculizan los cambios y mejoras necesarios.
Externamente, los fabricantes enfrentan desafíos como la saturación del mercado y la mercantilización, lo que reduce la demanda de productos que antes gozaban de poca competencia. Además, el sector está lidiando con una escasez de talento, impulsada en parte por avances en tecnología como la inteligencia artificial, que requieren nuevos conjuntos de habilidades que escasean.
Si bien los fabricantes no pueden controlar los factores externos que obstaculizan el crecimiento, tomar el control de la situación interna es imperativo para cambiar el rumbo:

  • Adaptarse internamente para abordar factores externos Sí, la crisis económica nos afectó mucho. La demanda de los consumidores cae, las ganancias se reducen y, de repente, invertir en crecimiento se siente como escalar el Everest. Pero aquí está el problema: si recortamos demasiado, corremos el riesgo de quedarnos aún más atrás. Los fabricantes deben lograr un delicado equilibrio entre medidas de reducción de costos e inversiones estratégicas durante estos tiempos para mantener su posición en el mercado y prepararse para el crecimiento futuro.
  • Detectar los contratiempos operativos. Ahora hablemos de negocios. Nuestros procesos de producción podrían ser nuestro talón de Aquiles. Las ineficiencias conducen a desperdicios, reducción de la producción y, en última instancia, disminución de la rentabilidad. Además, los equipos a menudo tienen dificultades porque no obtienen el conocimiento adecuado debido a una transferencia de conocimiento inadecuada dentro de la organización. Los problemas de seguridad y mantenimiento, que surgen de negligencia o equipos obsoletos, obstaculizan aún más la eficiencia operativa y pueden provocar costosos tiempos de inactividad y daños a la reputación.
  • Liderazgo: es hora de dar un paso adelante. Nuestra gente es nuestro poder. Pero si nuestro juego de contratación es débil, nos estamos preparando para el fracaso. Los procesos de contratación de la industria a menudo carecen del rigor, la estrategia y la innovación necesarios para incorporar líderes capaces de impulsar el cambio, creando una fuerza laboral que no está preparada para enfrentar los desafíos operativos que contribuyen a la alta rotación. La complacencia y la renuencia a aceptar el cambio a nivel de liderazgo pueden crear un efecto dominó en toda una organización, sofocando la innovación y la adaptabilidad. La toma de decisiones eficaz a menudo se ve obstaculizada por estructuras rígidas dentro de la organización, que impiden la acción rápida necesaria en un entorno de mercado dinámico. El impacto negativo de un liderazgo deficiente se extiende a la retención de talentos y la cultura organizacional, alejando a los trabajadores calificados y creando una fuerza laboral menos motivada. Esta deficiencia en la calidad del liderazgo impacta directamente el desempeño organizacional y el potencial de crecimiento.
  • Innovar o estancarse. La innovación no es sólo una palabra de moda; es nuestro salvavidas. Los fabricantes que no innovan ni invierten en I+D (investigación y desarrollo) corren el riesgo de quedarse atrás de sus competidores en tecnología y oferta de productos. Este retraso puede hacer que los clientes pierdan interés y cambien su lealtad hacia marcas más innovadoras. Además, los fabricantes deben adaptarse a las cambiantes demandas del mercado y a las preferencias de los consumidores para seguir siendo relevantes y competitivos. Adelántese a la situación aprovechando los datos que tiene a su alcance para tomar decisiones informadas sobre: 1. Necesidades y tendencias del cliente que pueden contribuir a mejoras en I+D, 2. Desafíos operativos que afectan la producción, 3. Identificación de oportunidades para ser más ágil en la entrega. productos de calidad más rápido que la competencia, así como 4. Innovación a través de estrategias de contratación.

Estrategias para un cambio de rumbo

Entonces, ¿Cómo salimos de esta rutina? Durante más de 30 años, TBM ha guiado a las empresas manufactureras en diversos entornos económicos. Los hemos guiado hacia el éxito a través de tres recesiones, transformando sus operaciones para salir fortalecidas. Pero no se trata sólo de los tiempos difíciles; También hemos estado allí para ayudar a las empresas a maximizar su potencial cuando la economía está en auge. Para liberarse del ciclo actual de crecimiento estancado, los fabricantes deben adoptar estas cinco series de acciones estratégicas:

  1. Liderar con pasión y valor: Liderar con propósito y pasión. Inculcar una mentalidad de mejora continua comienza desde arriba. El liderazgo debe comprometerse a impulsar el cambio y fomentar un entorno que fomente la innovación y la eficiencia.
  2. Herramientas para la excelencia operativa: Lean y Six Sigma siguen siendo vitales en la fabricación y sirven como hoja de ruta hacia la eficiencia. Utilízalos para centrarte en lo que importa. Estas herramientas pueden mejorar significativamente la eficiencia operativa y la productividad, eliminando desperdicios y optimizando procesos.
  3. Integración del sistema de gestión: ¿Qué es un sistema de gestión? Es nuestro manual que hemos implementado en fabricantes de todo el mundo. Ayuda a los líderes operativos y asociados a mantener todas las partes de sus operaciones enfocadas en los mismos objetivos de la empresa. Es vital para orquestar el cambio y debe abarcar todos los aspectos de la operación, desde la producción hasta la entrega al cliente, asegurando que cada componente se alinee con los objetivos generales de la organización y cree una hoja de ruta para el crecimiento y el mantenimiento.
  4. Comunicación efectiva y continua: La comunicación es clave y comienza con los líderes. Todo el equipo debe estar involucrado y alineado con los objetivos y corresponde a los líderes transmitir ese mensaje y mantener a todos actualizados sobre el progreso a un ritmo constante. Como resultado, existe cohesión dentro y entre los equipos, lo que impulsa el compromiso y la productividad que impulsarán a la empresa hacia los objetivos de crecimiento.
  5. Mejora continua y mantenimiento: La mejora no es algo que ocurre una sola vez. Es un viaje continuo. Los líderes, gerentes y asociados deben estar alerta, listos para adaptarse y evolucionar. Mantener las mejoras requiere una evaluación y adaptación periódicas de los procesos para satisfacer las demandas y los desafíos cambiantes. 
  6. Desarrollo estratégico del capital humano: Invertir en nuestra gente es crucial. Desarrollar una estrategia sólida de capital humano implica no sólo atraer a los mejores talentos sino también nutrirlos y retenerlos. Esto significa brindar oportunidades de aprendizaje y desarrollo continuo, fomentar una cultura de empoderamiento y responsabilidad y garantizar que las habilidades de los empleados estén alineadas con las necesidades cambiantes de la empresa. Al centrarnos en el compromiso y el desarrollo de los empleados, creamos una fuerza laboral capacitada y adaptable que es capaz de impulsar la innovación y la eficiencia y, en última instancia, contribuir al crecimiento sostenible y la competitividad en el mercado.

El futuro parece brillante: si actuamos ahora

Superar el estancamiento del crecimiento no consiste simplemente en recuperar el impulso ascendente; se trata de transformar su negocio de fabricación en una empresa más dinámica, competitiva y financieramente sólida ahora y en el futuro. Surge una cultura organizacional más comprometida e innovadora, impulsada por sistemas de gestión y liderazgo eficaces que fomentan la creatividad y la rendición de cuentas. Finalmente, un aumento en el EBITDA se convierte en una medida tangible del éxito, que refleja la salud general y el potencial de la organización.

En conclusión, el camino para reactivar el crecimiento del sector manufacturero es complejo pero factible. Requiere un enfoque ágil para abordar los desafíos operativos internos, de liderazgo y del mercado externo. Con las estrategias adecuadas, los fabricantes no sólo pueden superar el estancamiento del crecimiento sino también establecer nuevos estándares de excelencia e innovación en su industria.