En mi publicación de la semana pasada hablé sobre un aspecto de la industria automotriz que no debemos perder de vista: el fortalecimiento del mercado interno. Porque independientemente de que la mayor parte de nuestra producción encuentre como destino Estados Unidos, en México estamos vendiendo 8 automóviles nuevos por cada mil habitantes. Hace 6 años vendíamos 10.

Esto quiere decir que hay una gran oportunidad de mejora en el fortalecimiento del mercado interno, que debe servirse del gran impulso que ha tenido la industria como plataforma de exportación. Aseguran los expertos que si México genera un mercado no de 900 mil unidades anuales, sino de 1 millón 900 mil, se habrá creado un verdadero marco de inversión muy sólido. ¿Cómo lograrlo? mediante un riguroso plan de Mejora Continua a través Lean Sigma.

Para subir las ventas del mercado nacional, por un lado, se deben modificar políticas gubernamentales y leyes que, por ejemplo, no permitan la libre importación de vehículos estadounidenses antiguos y que promuevan mejores programas de chatarrización para así promover, con mejores esquemas financieros, la renovación vehicular interna. ¿Pero qué papel juegan los proveedores de segundo nivel en el mercado automotriz mexicano y la Mejora Continua?