La semana pasada hablamos de cómo el sector manufacturero de los alimentos procesados requerían de una logística muy precisa puesto que sus productos son perecederos, con más o menos margen de tiempo, todos los alimentos caducan. Existe una herramienta de nuestra metodología Lean nos puede traer grandes beneficios. Me refiero al sistema “Just in time” (JIT), también creado por los japoneses como parte de su filosofía Lean Manufacturing y que vino a revolucionar a la industria ya que una importante fuente de desperdicio se hace presente en todas las formas de almacenamiento, y con más razón esta herramienta se vuelve necesaria cuando los productos son perecederos. Revisemos entonces sus principales características:
  1. Producción y entrega de productos “justo a tiempo” para la venta.
  2. Suministrar los submontajes “justo a tiempo” para los productos terminados.
  3. Disponer las partes fabricadas “justo a tiempo” para incorporar a los submontajes.
  4. Comprar los materiales “justo a tiempo” para transformarlos en partes.
Traducir estos principios a la industria manufacturera de alimentos es adaptarlos a los diferentes estados del proceso: manipulación, almacenamiento, extracción, elaboración, conservación y envasado. ¿De qué otras formas podemos agregar valor a la cadena de procesamiento de alimentos?