Parte 2 de la serie sobre Planificación y Presupuesto para el 2017

 

En un entorno económico de crecimiento lento, las mejoras en la productividad son aún más esenciales para mantener el crecimiento de las ganancias. Lamentablemente, cuando se trata de alcanzar los objetivos de mejora anual, la mayoría de las empresas comienzan muy lentamente y nunca logran ponerse al día. La planificación detallada y la implementación debe comenzar durante el proceso presupuestario, meses antes del 1 de enero.

Este es el por qué: Incluso si su gente trabaja constantemente y consigue acercarse a una tasa de mejora de la productividad de 5-6% para septiembre u octubre, su mejoría promedio para el año será de sólo 2-3%. Eso apenas es suficiente para mantenerse al día con los aumentos de costos anuales.

Los salarios por sí solos, por ejemplo, están aumentando a una tasa anual del 2,5% y tendiendo hacia el 3% el próximo año (estudio disponible en inglés). Añádase a la inflación subyacente, que es de alrededor del 1,6% este año y se proyecta que estará cerca del 2% el próximo año (estudio disponible en inglés).

Lograr una mejora neta de la productividad de más del 5% para el año comienza con el establecimiento de los objetivos correctos. Una corporación global con múltiples divisiones y fábricas, por ejemplo, tendrá un presupuesto de ingresos de alto nivel y un presupuesto de operaciones. El presupuesto de operaciones tendrá en cuenta las tasas regionales de inflación de los salarios.

Una unidad de negocio que anticipa un crecimiento bajo o nulo de los ingresos, podría requerir una mejora de 3% en la productividad para compensar los aumentos de los costos de los salarios y beneficios. Mantener el crecimiento de los beneficios en un entorno de bajo crecimiento requeriría una mejora adicional de la productividad del 2-3%, o al menos un 6% de incremento bruto.

Por ejemplo, digamos que una empresa de $ 2 mil millones tiene un costo de bienes vendidos de $ 1.2 mil millones. Es posible que de esta cantidad alrededor de $ 250 millones sean de fabricación y distribución de mano de obra. Si no hacen mejoras, una tasa de inflación salarial del 3% aumentará estos costos en $ 7.5 millones. Para lograr un aumento neto de la productividad de 3%, la empresa tendrá que encontrar un ahorro total de mano de obra de $ 15 millones.

Tales razonamientos son fáciles de ejecutar a través de una hoja de cálculo durante el proceso de presupuestación. El siguiente paso es que los gerentes de operaciones de cada sitio identifiquen y denuncien cómo esperan alcanzar los objetivos. Estos objetivos no se pueden distribuir por igual en toda la organización. Algunos lugares podrán superar el objetivo general, mientras que otros podrían no coincidir.

Los mapas de flujo de valor pueden ayudar a identificar las mayores oportunidades de aumento de productividad y otras mejoras. Esas oportunidades deben ser detalladas y priorizadas. El plan de mejora de la productividad también debe conducir el sitio hacia un estado futuro que esté alineado con la visión general de la compañía.

La mayoría de los ejecutivos no hacen preguntas difíciles durante el proceso de planificación para asegurarse de que los líderes tienen una comprensión clara de cómo impulsarán mejoras de productividad para alcanzar los objetivos. Esta visión es crítica para que los líderes regionales y globales asignen los recursos en consecuencia y no pierdan tiempo en las áreas más ricas en objetivos.

Los líderes de los sitios y los líderes del flujo de valor deben entender dónde, cuándo y cómo se lograrán los objetivos. Sus planes de acción deben indicar quién es responsable, dónde van a comenzar los esfuerzos, los recursos necesarios, las ganancias esperadas y un calendario para su implementación. Qué tan bueno es este plan y qué tan bien se ejecuta, es lo que separa a las empresas que logran ganancias netas de productividad del 5% y las que pierden terreno cada año.

Pasar de estos planes de mejora de la productividad a monitorear la ejecución de mes a mes es el siguiente desafío.