El Ghee es un tipo de mantequilla clarificada que se utiliza con frecuencia en la cocina India y en ceremonias religiosas. Para extraerlo siguiendo métodos tradicionales, una vez hervida la leche, se convierte en yogurt, que es batido para obtener la mantequilla y que se cocina a fuego lento sobre el nivel de calor controlado removiendo frecuentemente y eliminando los residuos sólidos. El ghee, entonces, puede almacenarse sin refrigeración y no se echa a perder. 

Esto, cuidadosamente equilibrado acondicionado, batido y con su proceso de calefacción, son una buena analogía para la gestión de cambio efectivo, específicamente, cómo ayuda un entrenador Kaizen a los buenos equipos a encontrar soluciones óptimas. También describe cómo los directivos deben desarrollar sus capacidades de liderazgo. Cuando hacemos ghee, si la leche es batida demasiado rápido o demasiado lento, no se  produce la mantequilla necesaria para pasar al siguiente paso. Asimismo, la mantequilla no se va a convertir en ghee o se quemará si no se controla el calor  y la agitación durante el proceso de cocer a fuego lento.

Asimismo, un equipo de eventos kaizen, tiene que removerse cuidadosamente para identificar y alinearse en el nivel de la raíz del problema, trabajar al máximo su creatividad y encontrar una solución óptima y sostenible. Si el equipo se presiona demasiado, como con cualquier situación de manejo de cambio, podría flaquear y descomponerse. Si no presionaron bastante, no encontrarán la mejor solución.

Algunos equipos, a menudo por razones culturales y organizacionales, son mucho más sensibles a demasiado calor y pueden caer a pedazos más rápido que otros. Se necesita de un entrenador hábil y que sepa manipular suavemente al equipo para llevar y mantener a todos juntos. Es emocionalmente desgastante y frustrante reconocer dolores crónicos y desperdicios y luchar en última instancia,  para encontrar una solución sustentable durante un evento Kaizen. Pero una vez que el equipo llega a ese punto, y la gente siente y ve el beneficio de este proceso controlado, se genera el impulso necesario para que la solución sea completamente implementada y sostenida en las semanas subsiguientes.

La analogía de ghee se aplica al desarrollo de futuros líderes también. En el transcurso de mi carrera he visto muchos supervisores y líderes que han hecho un trabajo excelente en sus funciones actuales, y que así sucesivamente fueron promovidos a puestos más retadores, sin ningún tipo de entrenamiento en habilidades gerenciales y de liderazgo, hasta luchar desesperadamente o fallar. Esto es el llamado “Principio de Peter” que dice que los líderes deben elevarse a su mayor nivel de incompetencia. Y, para continuar con nuestro tema de lácteos, es el significado detrás de la frase, “la crema sube al tope hasta que se agria”.

Cuando las empresas siguen estos planes de desarrollo de liderazgo "todo-o-nada", terminan agotando su reserva de talento original. Cuando estas personas lo dejan, a menudo desmoraliza a la organización restante. Esto, en cualquier mercado donde el talento escasea, es una estrategia muy miope. Por lo tanto, siguiendo una mentalidad tipo sensei como entrenador, los altos líderes deben controlar la rotación y el calor de estos nuevos roles de liderazgo y tutoría a las personas para desarrollar las capacidades necesarias, para que lo que los posibles futuros líderes no terminen fracasando, o efectivamente recuperarse de su el fracaso y aprender para el futuro.

En resumen, la gestión del cambio es difícil si usted está liderando equipos o el desarrollo de las personas. Es por eso que es esencial para controlar el calor y la rotación durante su búsqueda de soluciones y desarrollo de futuros líderes óptimos.