Aprenda a aumentar la potencia de sus operaciones a través del mantenimiento de alto desempeño.
David Pate, declara lo obvio: "No me puedo imaginar por qué no medirías el desempeño del equipo".
Con frecuencia, vemos desperfectos en los equipos, desperdicio excesivo, desempeño reducido, largos cambios, costos de mantenimiento no planificados y clientes molestos que no obtienen lo que ordenaron. A menudo, es el resultado de una estrategia de mantenimiento desconectada donde la mentalidad predominante es "usarla hasta que se rompa". Muchos equipos de liderazgo no siempre relacionan el valor de medir proactivamente el desempeño del equipo con la rentabilidad a largo plazo, la satisfacción del cliente y el crecimiento.
El mantenimiento no es solo una actividad táctica, también es una estrategia necesaria que ayuda a controlar los componentes tomados fuera del estante (COTs por sus siglas en inglés) y mitigar los riesgos comerciales. Con una presión cada vez mayor sobre los márgenes empresariales, las empresas deberían adoptar un enfoque más comprometido con el mantenimiento de los equipos, pasando de un modelo reactivo a un modelo más disciplinado, centrado en las predicciones y la máxima fiabilidad. Se trata realmente de alinear el desempeño de los equipos y el mantenimiento con las operaciones y, en última instancia, el desempeño de la empresa.
