La calidad de la construcción que se le entrega al cliente final es un “given”, es un básico, sin ella ni siquiera podríamos pensar en estar en el mercado. Sin embargo, hay dos variables que la acompañan y que representan un reto en el sector, especialmente en el de la construcción minera: el plazo y el costo.

¿Por qué? Porque el éxito de un proyecto de este tipo radica en respetar y/u optimizar los tiempos que se acuerdan entre el mandante y el contratista. Los retrasos implican costos administrativos (por incumplimientos) y, desde luego, productivos, así que el plazo es un imán muy poderoso en la construcción.

¿Qué factores pueden afectar los plazos?
Principalmente la falta de planificación, de comunicación entre los actores, la ineficiencia en los procesos y mecanismos de coordinación, así como de un incorrecto seguimiento, problemas que se repiten una y otra vez. En pocas palabras, la falta de un sistema de gestión que permita medir el avance a diario y accionar palancas cuando hay alguna desviación en el resultado.

Cuando en la construcción minera se experimenta una situación como la antes descrita, TBM puede ser su mejor aliado ya que nuestras metodologías de mejora le permiten:

Planear con herramientas sencillas y poderosas que permiten anticipar los riesgos del proyecto
Realizar el proyecto en terreno, cuidando la estandarización y optimización del trabajo para tener los mínimos desperdicios
Dar seguimiento en los diferentes niveles y a lo largo de todo el proceso para saber, de forma inmediata, si se consiguen los resultados y
Tomar acciones inmediatas en caso de desviaciones.

Con un buen sistema de gestión podemos ayudarle a asegurar la calidad, mejorar los plazos y, por ende, los costos de construcción.

Reporte de algunas experiencias
En la construcción de una mina de cobre que presentaba un retraso de 18 meses y avance programado de 300 m por mes, logramos llegar a 1800 m por mes, con los consecuentes beneficios en plazo. Todo esto mediante la aplicación de las metodologías de TBM.

¿Se trata solo un asunto técnico? 
¡Desde luego que no! El principal factor es poner el conocimiento de los colaboradores al servicio de la empresa y con algunas herramientas sencillas y poderosas encontrar soluciones. Lo cierto es que el conocimiento se encuentra en el piso y las respuestas también. Y éstas, normalmente vienen de quien está ahí, hora por hora, turno a turno, día tras día. Luego entonces, a través de las metodologías de TBM se fomenta la participación del personal y se encuentran las mejores soluciones. El tema está en diseñar mecanismos de participación efectivos. ¿Cómo mejorar el avance en perforación?, ¿cómo incrementar el tiempo efectivo en la jornada de construcción y explotación de minería? Estas y otras preguntas impactan directamente en los costos y plazos y son algunos de los problemas que se solucionan en el día a día.

Por supuesto, el proceso para lograrlo no es fácil, la clave para que se pueda conseguir es promover un liderazgo visible y un compromiso para alcanzar los objetivos planteados. Los beneficios que se obtienen fortalecen las relaciones ganar–ganar entre el mandante y el contratista.

Llámenos y compruebe lo que las metodologías de TBM pueden lograr en su empresa transformando sus procesos constructivos.