La semana pasada hablamos a grandes rasgos sobre cómo calcular, en términos de logística, un correcto almacenamiento y Planeación de los Requerimientos de Materiales. En esta semana quiero recordar que muchas veces no depende sólo de nosotros este cálculo. Hoy en día suele confundirse el término de Cadena de Valor con el de Cadena de Suministro. Son dos conceptos muy diferentes.

La Cadena de Suministros (Supply Chain Managment, SCM por sus siglas en inglés) implica una red de adecuada de colaboradores donde el transporte es pieza fundamental. Podría definirse como el conjunto de empresas integradas por proveedores, fabricantes, distribuidores y vendedores coordinados mediante relaciones de colaboración para colocar los insumos o productos en cada eslabón de la cadena, en el tiempo preciso y al menor costo con el objetivo de satisfacer al consumidor final.

En cambio la Cadena de Valor constituye todo un sistema que integra a todos los procesos que sean de valor al cliente, con el enfoque de producir lo que el cliente quiere, en la cantidad y el momento que él lo necesita. Además de lograr un impacto en la reducción de costos, en la calidad y en los tiempos de entrega para beneficio de todos los participantes.

Uno de estos participantes y uno de los elementos clave en este sistema es el transporte, tema que tocaremos en un blog posterior.