Los procesos de manufactura en el sector farmacéutico, hospitalario y de la salud en general tienen una obligación aún mayor de Mejora Continua en tanto control de procesos para garantizar productos absolutamente confiables. En esa materia la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) es un “réferi” sumamente estricto que continuamente verifica, avala y audita los procesos de esta industria. No obstante nosotros podemos implementar las mismas herramientas de mejora continua que conocemos para lograr mejores resultados: menos desperdicio y mayor productividad.

En esta ocasión quiero referirme al caso de éxito en el que la implementación de las herramientas 5Ss colocaron al laboratorio Roche Carolina en la cumbre de sus logros obteniendo, en aquel momento, el Medallón de Plata Shingo a la Excelencia Operacional. El objetivo era cumplir o rebasar los requisitos normativos para liberar con mayor prontitud el producto. Roche implementó los principios de 5Ss con una estrategia mantenimiento, de modo que se sacudieran pisos, estantes y se repararan lámparas y ventiladores. Ese fue el principio para hacer una reclasificación y organización de los materiales para colocarlos en sitios altamente visibles, con un etiquetado estandarizado. Roche también adquirió nuevos libros de bitácora para cada laboratorio y realizó auditorías semanales y mensuales para garantizar la estandarización. El resultado fue demoledor con la mejora continua: incrementó la producción eliminando tareas sin valor agregado como verificaciones y documentaciones redundantes, redujo de 25 a 7 semanas los procesos de contratación, redujo las demoras, el tiempo total de proceso y los tiempos de entrega.