Es un hecho, el mercado se transforma constantemente en todos los sectores de la industria manufacturera. La filosofía Lean está diseñada para adaptarse en ese contexto a la mejora continua. Ahora bien, la industria alimentaria puede agregar valor a través de la inclusión de fibras, vitaminas, minerales, Omega 3 y otros nutrientes que al ser añadidos otorgan un valor nutrimental y que puede constituir una estrategia necesaria para satisfacer las nuevas necesidades de un mercado cada vez más exigente en términos de salud.

Según fuentes internacionales se ha demostrado que en el desarrollo del producto alimentario se puede reducir hasta un 30% la grasa de ciertas botanas al elaborarse con una mezcla de almidones y quesos deshidratados. Por otra parte, la búsqueda de nuevas alternativas edulcorantes naturales arrojan, en dichos estudios, la posibilidad de reducir la cantidad de azucares refinadas hasta en un 50%. Es decir, la industria alimentaria tiene herramientas para satisfacer la demanda del consumidor. Este tipo de valores agregados permiten, de acuerdo a un reciente cálculo del Internacional Food Technology Summit, un crecimiento del 12% durante este 2012.

¿Será la obesidad un factor a tomarse en cuenta para los nuevos desarrollos de producto Lean?